Después de un inicio de temporada marcado por el difícil reto de conjuntar un equipo nuevo, con numerosas bajas por lesiones y en los que, en partidos ajustados, finalmente, la fortuna nos había resultado esquiva. Este sábado nos tocaba jugar en casa contra el tercer clasificado, Santurtzi.
Tras dos primeros cuartos igualados y de alternancia en el marcador, se llega al descanso perdiendo de 5, y entonces en un tercer cuarto de ensueño, con la magia del Guadalquivir, presionando, peleando por cada rebote, funcionando desde el juego interior, y con acierto en el tiro desde el perímetro se llega al último cuarto ganando de 4. En este, sin bajar la guardia, defendiendo con intensidad, con fe en el equipo y creyendo en la victoria, se amplió la diferencia hasta un 51-40 final.
Como imaginareis, celebración por todo lo alto.