Y por fin llegó la victoria, hemos tenido que esperar una vuelta completa para volver a poner este titular. Hemos pasado un vía crucis de lesiones, carambolas, pero al fin podemos saborear un sábado con el buen sabor de boca que te deja la ansiada victoria, la cual nos concede una última oportunidad de salvar la temporada antes de Navidad, pero eso ya lo iremos viendo jornada a jornada.
El partido no fue uno de esos que recordaremos durante mucho tiempo por el juego desplegado, pero nos debe hacer cambiar a todos un poco las caras de resignación que arrastramos de tanta derrota seguida y aprovechar el impulso que nos da esta victoria para, desde el optimismo, trabajar con más ganas estas dos semanas decisivas para salvar una temporada que se ha complicado en exceso.
Desde el salto inicial intentamos dar una chispa más de velocidad que en otros partidos y gracias al acierto en ataque y que ellas estuvieron muy fallonas desde el 4.60 nos permite acabar el 1 cuarto arriba en el marcador, pero sin romper el partido, lo que hace que un segundo cuarto repleto de errores por ambos equipos nos lleve al descanso con un marcador muy inquietante para nuestras chicas 18-21 y todo por decidir.
El partido no estaba siendo muy vistoso y las diferentes defensas propuestas por el entrenador de Salesianos nos hacían caer en la tela de araña que nos tenía preparada, pero fue el cambio de defensa de nuestro equipo el que consiguió darnos el plus que necesitábamos para poder correr. La defensa se intensificó, el rebote se cerró muy bien y esto nos permitió salir en rápidas transiciones que nos permitieron anotar con más facilidad que de costumbre. Lástima que el final del partido con algún error de más, nos dejara un marcador más ajustado de lo que el partido había dado de sí.
Que este resultado nos sirva para cambiar la dinámica, dibujar alguna sonrisa en las caras de nuestras chicas y darnos ese plus de confianza, que nos va a venir de perlas, para la final del sábado que viene en Sopela.
Gogor Unamuno!
